lunes, 5 de diciembre de 2011

Summer love.

Decías que en el modo en que mis ojos verdes brillaban aquella noche avergonzaban a las estrellas que brillaban, y yo dije “Es mentira”. Tan solo sólo eras un chico en su Chevrolet, que tenia tendencia en quedarse tirado en la carretera por la noche. Yo estuve allí a tu lado, durante todo el verano, hasta que despertamos y nos dimos cuenta de que el verano había terminado. Pero cuando pienses en Taylor Swift espero que pienses en mi canción favorita, la que bailábamos todas las noches, con el reflejo de la luna en el lago. Cuando pienses en felicidad, espero que pienses en aquel vestido negro, que pienses en como recargaba mi cabeza en tu pecho y mis viejos vaqueros descoloridos. Cuando pienses en Taylor Swift espero que pienses en mí. Septiembre fue un mes lleno de lágrimas y doy gracias a Dios porque no estuviste aquí para verme en ese estado. En una caja debajo de mi cama, hay una carta que nunca has leído de hace tres veranos. Es difícil encontrar todo un tanto agridulce, pero después de todo es bonito pensar aquellos momentos. Estoy de regreso por primera vez desde entonces, estoy de pie en tu calle. He dejado una carta debajo de la puerta y la primera cosa que leerás es “Cuando pienses en Taylor Swift espero que pienses en mi canción favorita, enciende la radio y espero que te recuerde a ese lugar”

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